sábado, 14 de mayo de 2016

La palabra en la radio

«El elemento fundamental de la radio es la palabra», dice en esta entrevista una conductora de radio, un medio que sigue vigente y que potencia con internet y las redes sociales el servicio que presta a la comunidad.

Los Locos de la Azotea - La Palabra en radio
(ver aquí)

La voz es el instrumento con el que los humanos nos expresamos habitualmente, por lo que no es de extrañar que en un medio como el que nos ocupa, eminentemente hablado, ésta sea, como se ha comentado en más de una ocasión, la columna vertebral del sonido radiofónico. Se advierte que ninguna de las materias primas que constituyen el lenguaje radiofónico es por sí misma fundamental para la producción, pero reconoce que la palabra es indispensable en la radio. En este sentido, se sostiene que aquellos creadores que prescinden de la palabra en sus obras radiofónicas, rara vez consiguen un éxito comunicativo.

Ahora bien, en lo que podríamos calificar como la oscuridad radiofónica, es materialmente imposible ver la imagen del locutor que está transmitiendo un partido de fútbol o de aquel otro que está pasando el disco que más te gusta. Sin embargo, nada impide que, fruto de tu propia imaginación, puedas recrear en tu mente el rostro de quien te habla, su aspecto físico o su estado de ánimo. Es más, en el caso del partido de fútbol podrías visualizar, incluso, la velocidad a la que un jugador se dirige a la meta contraria con intención de marcar un gol. Y todo ello con sólo escuchar el sonido de su voz.

Esto es así porque, como consecuencia de la particular relación emisor/receptor que se da en la comunicación radiofónica, la voz se dota de una especial significación, ya que ésta es la única herramienta de la que dispone el locutor para transmitir esa información complementaria (gestos, expresiones faciales, muecas, etc. ) que siempre aparece en aquellas otras situaciones comunicativas en las que sí es posible ver su imagen, como por ejemplo en el teatro, el cine o la televisión.

No debe sorprendernos, entonces, que lleguen a decir que la voz es la sonrisa del radiofonista, su boca, sus ojos, sus manos, sus gestos... Su simpatía, su sentido del humor, su mirada... Sus movimientos, sus guiños, su vestimenta... La voz es amistad, confianza, credibilidad, misterio, alegría, tristeza, belleza, fealdad, miedo, seguridad... La voz es, en definitiva, todo lo que el oyente pueda llegar a imaginar.

En este capítulo se habla de la locución radiofónica, así como de las técnicas que se pueden poner en práctica para manipular la voz según aquello que se pretenda comunicar. Sin embargo, antes de adentrarte en el mundo de la locución, conviene volver a recordarte que la voz es sonido y, como tal, cuando se emite presenta siempre un tono, una intensidad y un timbre determinados, al margen de otras características acústicas que se encabalgan sobre cualquier discurso verbal, como el ritmo, la entonación, etcétera.

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